Todos ellos viven en cuevas, variando su ubicación tal y cómo se detalla abajo.
Todos ellos pueden volar, y pese a su gigantismo son excelentes en dicha labor, aunque su maniobrabilidad sea relativamente pobre.
Además de los sentidos típicos como vista, oído, gusto, olfato, y tacto -todos ellos menos este último mucho mejores que los humanos-, tienen un "sentido ciego" que les permite detectar cosas invisibles o sumidas en la completa oscuridad.
Éste estado se alcanza a los 1200 años y es la cima de su desarrollo.
La deidad a la que siguen -al menos en Reinos Olvidados- es Bahamut, el dragón de platino.