Donato servitano

Según las fuentes contemporáneas, el Chronicon de Juan de Biclaro[1]​ que lo menciona como floreciente en el año 571, y el De viris illustribus de San Ildefonso,[2]​ en el que se traza brevemente su biografía, Donato era monje en la zona bizantina del norte de África (probablemente en Numidia[3]​), y hacia el año 565, cuando los cristianos empezaron a ser perseguidos por los vándalos arrianos, se trasladó al reino visigodo de Toledo llevando consigo setenta monjes y gran cantidad de libros.

Una mujer noble llamada Minicea les asistió, ayudándoles a fundar el monasterio servitano; la ubicación de este monasterio se desconoce: se ha especulado con que estuviera cerca de Játiva[4]​ o de Ercávica.

[5]​ Donato fue el primero en introducir en tierras ibéricas una regla monástica común a todos los monjes del cenobio, pues hasta entonces la costumbre había sido que cada uno siguiera individualmente la disciplina impuesta por el superior eclesiástico.

[6]​ Se desconoce la fecha de su muerte, pero fue anterior al año 584, en el que ya consta Eutropio como su sucesor en la abadía; tuvo fama de santidad, aunque no fue canonizado oficialmente.

[7]​ No debe confundirse con el llamado pseudo-Donato, autor literario inexistente basado en el personaje real: en el siglo XVII, en el contexto de la literatura de los falsos cronicones, Lorenzo Mateu y Sanz compuso un libro titulado "Vida y martirio del glorioso español San Lorenzo",[8]​ presentándolo como una traducción de los escritos que supuestamente dejó San Donato; la falsedad de esta obra quedó convincentemente demostrada a lo largo de los años siguientes,[9]​[10]​[11]​ aunque a principios del siglo XXI todavía había quien le daba crédito.