Su ambiente combina tradición y sofisticación, con paredes decoradas por botellas de vino firmadas por los comensales.
[2] Fue fundado en 1998 por Pablo Rivero (20 años en aquel entonces y actual propietario)[3]y su familia tras mudarse de Rosario a Buenos Aires.
Por si fuera poco, en 2024, Don Julio se posicionó como el único restaurante argentino en el ranking de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo, ocupando el puesto N°10, y además Pablo Rivero fue reconocido como el Mejor Sommelier del Mundo.
Según su propietario, se trata de una parrilla popular, con un enfoque en la calidad, el servicio y la experiencia emocional: la gente viene a cuidarse y reponer el alma, no solo a comer, según las palabras de su propietario.
Comensales alrededor del mundo pueden dejar sus marcas personales firmando o escribiendo mensajes en las etiquetas de las botellas, agregaron.
Y en cuanto a los vinos, cuenta con una cava de 60.000 botellas, incluyendo etiquetas añejas argentinas.