La joven rociaba unas flores de agua al soplar un espray desde su boca.
Sin embargo, el invento se le suele atribuir al alemán Wilhelm Maybach, que patentó la idea medio año después del desarrollo de Bánki y Csonka.
Se trató de un desarrollo clave para el desarrollo del automóvil, pues permitió mezclar de forma apropiada el combustible y el aire y garantizar una combustión adecuada.
En 1898, Donát Bánki mejoró la idea con un carburador dual para un motor con alta relación de compresión, usando un método basado en la evaporación que se convirtió en el habitual desde entonces.
[3] También es inventor de una turbina de flujo transversal, a veces llamada turbina Bánki en su honor.