Realizó sus estudios inferiores en el seminario local de la diócesis de Lodi y fue ordenado padre en 1889.
Fue párroco en tres parróquias de su diócesis.
Durante su ministerio como obispo celebró el primer Congreso Eucarístico diocesano, en 1923, y proclamò dos visitas pastorales, en 1922 y 1930.
Estaba siempre atento a los problemas sociales y laborales,[2] estableció un consejo diocesano del movimiento católico, con la intención de solicitar la conciencia pública sobre diversos temas, como la asistencia a los estudiantes católicos, la presencia católica en el mundo del trabajo, y el fortalecimiento del movimiento económico y social.
Fue enterrado en la catedral diocesana junto a sus predecesores.