Dominga Moncada

[1]​[2]​ Desde el inicio de la guerra mambisa en 1868, prestó un servicios como informante, junto a su hija María Felipa y su nieta Francisca.Recibió a revolucionarios como Crombret, Antonio Maceo y Quintín Bandera, que organizaban la “guerra chiquita”.A pesar de los problemas económicos y el aislamiento, retomó contacto con el general Guillermón quien por entonces se encontraba preso en Mahón.[4]​ La guerra independentista le permitió retomar actividades como informante.Vigilaban y avisaban si los policías se acercaban a las reuniones clandestinas, evitando que muchos cayeran presos.