Este dolmen forma parte del patrimonio cultural vasco, en la categoría de conjunto monumental.
Los dólmenes son las arquitecturas construidas más antiguas que se conocen en nuestro territorio, y comparten toda una peculiar historia con los varios miles, más o menos similares, repartidos por la mayor parte de Europa.
[6] Fue descubierto por Obdulio Perea, Ricardo Becerro de Bengoa y Sotero Mantelli en el año 1871.
[8] Las excavaciones realizadas en el año 2021, descubrieron que el monumento fue reformado durante su vida útil, para ser adaptado a las necesidades de las gentes que lo usaron en cada momento: taponaron la cámara sepulcral, reconstruyeron el corredor de acceso y reformaron el túmulo.
El corredor se desarrollaría hacia el este, y a tenor de los estudios geofísicos realizados, podría llegar a medir unos 10 m. Sin embargo, por el momento, sólo se han recuperado dos de las losas que lo formaban.