Fue la primera moneda común en todo el mundo que era reconocida y utilizada de manera global.
Esta apareció por primera vez en una carta[1]de 1585 del marinero y pirata Sir Francis Drake a la reina Isabel I de Inglaterra.
[3] Tenían como modelo los duros, porque con la emancipación de las colonias norteamericanas, repudiaron formalmente la libra esterlina y necesitaban acuñar una moneda propia.
Sin embargo, como era difícil introducir una moneda con un valor nuevo en el mercado, recurrieron al peso duro, el real de a ocho, hasta la fecha, la referencia monetaria indiscutible.
[4] Del real de a ocho original había varias piezas para facilitar los cambios.