Doctrina Schneider
Bajo el gobierno de la Unidad Popular, diferentes sectores político-sociales, abogando diversas razones, buscaron deslegitimar el marco legal vigente y así arrastrar a las Fuerzas Armadas a la intervención armada.El entonces Senador Patricio Aylwin en carta al diario El Mercurio señala: “ignoran o adulteran el pensamiento del ilustre Comandante en Jefe del Ejército y la tradición constitucional de nuestras Fuerzas Armadas, quienes invocan la “Doctrina Schneider” para justificar el uso del Ejército, la Marina y la Aviación como ejecutores de órdenes administrativas ilegales” y, como para ilustrar las consecuencias prácticas de un criterio contrario, señala Aylwin: “que en los sucesos recientes se impuso cadena obligatoria de radios o se practicaron requisiciones o intervenciones cuya ilegalidad fue representada por la Contraloría General de la República”.Mientras subsista el Estado de Derecho la fuerza pública debe respetar la Constitución, y no compete a ella calificar “a priori” si los Poderes del Estado la respetan o la infringen; hacerlo, empleando el poder de la fuerza, para afirmar su opinión o sustituir a los órganos constitucionalmente llamados a decidir controversia, significaría paradojalmente “echarse la Constitución al bolsillo”.En cambio, es claro que la fuerza pública es el instrumento legítimo que el presidente de la República puede emplear para hacer que respeten la Constitución quienes atenten contra el orden público, ya sea mediante actos sediciosos o subversivos o buscando coercitivamente la paralización del país” (...)” Aunque el Ejército está, en principio, de acuerdo con la descripción que hace el señor Aylwin del contenido de la doctrina Schneider, discrepa de los matices interpretativos que él fórmula y estima indispensable hacer claridad al respecto...” (...) “En cuanto a la cadena de radios, ya he señalado, entre otras respuestas, que no es procedente y sería un error que el Ejército se pronunciase sentado ante el país que estima tácitamente derogada la norma que faculta al Gobierno para disponer tal medida, o sea, diciendo que no es aplicable el Decreto Nº 4185, Reglamento de Transmisión de Radiodifusión.” (...)”se ha creado, en esta materia, una situación jurídica especial que no corresponde zanjar al Ejército.” En agosto de 1973, y debido a la renuncia de Carlos Prats, asumió la Comandancia en Jefe del Ejército Augusto Pinochet Ugarte.Evaluado como un militar legalista y apolítico, Pinochet contó con la confianza del presidente Allende.