Las personas del colectivo LGBT+ en Uzbekistán se enfrentan a ciertos desafíos legales y sociales no experimentados por otros residentes.
Las relaciones sexuales consensuales entre personas del mismo sexo aún son ilegales para los hombres homosexuales en el país, además, la diversidad sexual es un tema tabú en la sociedad uzbeca, la cual es mayormente conservadora, por lo tanto, aún persiste la violencia, la discriminación y la persecución de las personas LGBT+ en el país.
Aunque el artículo 120 solo penaliza oficialmente los actos entre hombres, una activista local informó a ILGA Mundo en 2019 que las mujeres que tienen sexo con mujeres también son objeto de ataques rutinarios debido al efecto social de esta disposición, que condena la "homosexualidad" en general sin distinción del género de la persona implicada.
En Uzbekistán no están prohibidas constitucionalmente las uniones civiles o el matrimonio entre personas del mismo sexo; sin embargo, es improbable que se apruebe un proyecto de ley en los próximos años que pueda permitir que las parejas del mismo sexo tengan el mismo derecho que las parejas heterosexuales a acceder a las uniones civiles o al matrimonio.
Los cargos se formularon en 2021, después de que fuera hospitalizado a causa de las lesiones provocadas por una turba enfurecida que protestaba contra los derechos del colectivo LGBTIQ+ en la capital.