Las poblaciones LGBT en Turquía se enfrentan a desafíos legales y sociales no experimentados por otros residentes.[1] Adicionalmente, las personas LGBTI han tenido derecho a asilo en Turquía desde 1951 según la convención de Ginebra.En general, la opinión pública es muy conservadora y muchas personas LGBTI han sufrido discriminación, acoso e incluso violencia.La asociación continuó su crecimiento y se abrieron otras sedes en diferentes ciudades en todo el país, reportándose más de 2000 miembros.Durante septiembre del mismo año, una objeción fue presentada por el gobernador de Ankara para cancelar su estatuto, medida que fue rechazada.