La diversidad sexual en Malasia se enfrentan a ciertos desafíos legales y sociales no experimentados por otros residentes.
Las personas LGBTI en Malasia son vistas como inmorales y tratadas como desviados y/o criminales.
La Sección 377 del código penal prohíbe la sodomía tanto heterosexual como homosexual y la castiga con penas superiores a los veinte años de prisión o multas o castigos corporales.
Finalmente en el año 2000 fue sentenciado a nueve años de cárcel y pese a las protestas nacionales e internacionales, Ibrahim cumplió cuatro años de condena hasta ser liberado en 2004.
[1] Hubo mucha controversia mundial debido a que la relación fue consentida y ambos adolescentes lo hicieron por su propia voluntad.
[1] Al igual que en el caso de 1985, existieron muchas críticas mundiales a Malasia, puesto que ambos adolescentes propinaron sexo oral al joven de 25 años por propia voluntad.