Los derechos de las personas LGBT+ no son reconocidos en Arabia Saudita y la homosexualidad es un crimen penado con la muerte.
[1] El trato hacia los homosexuales ha provocado la crítica de muchas organizaciones de derechos humanos, pero el gobierno defiende sus acciones diciendo que es un país del Islam y no un país laico.
En 1928, Arabia Saudita recomendó a sus jueces guiarse en sus sentencias por dos libros del jurista hanbalista Mar'I ibn Yusuf al-Karmi al Maqdisi (d.1033/1624).
Si uno de ellos es muhsan (casado o con un concubinato legal) y libre, debe ser lapidado hasta la muerte, mientras que si es un soltero libre debe ser latigado 100 veces y desterrado por un año".
[2] Todas las relaciones sexuales que no sean efectuadas dentro del tradicional matrimonio heterosexual (adulterio, fornicación, etc.) es un crimen, y algunos de esos crímenes se castigan con la pena de muerte.
Al no existir un código penal escrito, la pena contra personas convictas por homosexualidad o sodomía varía desde castigos un tanto livianos (pena de cárcel, multas, palizas o, para un extranjero, la expulsión) hasta castigos más serios como por ejemplo ser enviado a una institución mental para alguna forma de tratamiento, amputación forzada o ejecución pública.
Los extranjeros no deben suponer que sus nacionalidades les garantiza inmunidad ante las leyes locales.
La controversia dentro de las Naciones Unidas sobre la homosexualidad como un derecho personal, no logró mucho y solamente se categorizó como privacidad.
Todos esos hombres fueron sentenciados a penas de cárcel y latigazos porque ellos estaban en una fiesta privada que bien pudo ser una ceremonia por un casamiento entre dos personas del mismo sexo o por una fiesta de cumpleaños.
El casamiento entre dos personas del mismo sexo, la pareja de hecho o la unión civil no tienen leyes que los amparen y podrían tomarse como evidencia para iniciar un proceso criminal.
Otra persona entrevistada fue una lesbiana de 21 años llamada Yasmin que vive en Riad.
Hay un número abrumador de personas que se pasan al lesbianismo".
Cuando tenía 17 años y vivía en Damasco, su padre le descubrió manteniendo relaciones sexuales con un amigo.
Golpeó a Talal y le castigó durante dos meses, dejándole salir de casa sólo después de que jurara que ya no le atraían los hombres.
En otro caso, se descubrió que Majed bin Abdullah bin Abdulaziz Al Saud, miembro de la familia Saud, había pedido y solicitado a tres mujeres de una mansión de Los Ángeles que "vieran a Al Saud haciéndose 'acariciar' el pene por un ayudante masculino" en un encuentro homosexual entre él y otro varón .
Eso incluye todos los periódicos, revistas o historietas, anuncios, películas, programas de televisión, Internet y todos los vídeos o software de computación que sean vendidos en el reino.