[3] El representante republicano de Nueva York, John E. Sweeney[4] dio la señal para iniciar la revuelta, gritándole a un funcionario electoral: «¡deténganse ya!».
Los funcionarios republicanos se opusieron a este cambio de ubicación e insistieron en que los escrutadores hicieran un recuento completo.
John E. Sweeney de Nueva York, apodado «congresista patea traseros» por el presidente Bush por su trabajo en Florida,[15] puso en marcha el incidente diciéndole a un funcionario que «parar ya» el recuento:[9][10][16] «deténganlos».
El asistente de Comité Nacional Demócrata Luis Rosero fue pateado y golpeado.
[17][18][19] Sweeney defendió sus acciones argumentando que su objetivo no era detener el recuento manual, sino restaurar el proceso a la vista del público.
Un abogado republicano comentó: «La gente golpeaba las puertas, pues tenían el derecho absoluto de entrar».