Las pocas investigaciones sobre Ite, nos remonta a los periodos más antiguos de la ocupación.
El litoral de Ite, en los periodos preceramicos habría sido habitado por sus recursos marinos y lomas, estas condiciones medioambientales permitieron la presencia de población hasta los periodos posteriores, tal como sostiene en sus estudios, Danielle Lavallé.
La población de entonces estuvo más vinculada al aprovechamiento de las lomas, el sitio más representativo está en el cerro Alfarillo, donde se han descubierto cementerios y asentamientos formativos.
Su Capital es el pueblo del mismo nombre y actualmente sus anexos son: Camiara, Talamolle, Alfarillo, la Sopladera, Miramar, Casa Blanca, San Isidro, Nuevo Ite, El Mirador, Centro poblado Menor las Vilcas, Pampa Baja y Pampa Alta.
Posteriormente, la baja rentabilidad obtenida por los ganaderos de la zona, hizo que estos empezaran el cultivo del ají, el cual inicialmente fue rentable.
El agricultor y productor ganadero pudo dedicarse de lleno a esta actividad que resultó rentable, a la vez desarrollar paralelamente el cultivo de otras especies que le permitieran elevar su capacidad económica.
Primero el ají, luego la cebolla de exportación y recientemente el páprika han sido los cultivos mejor adaptados a las condiciones climáticas del distrito.
En el horizonte se observa fijamente el mar azul y un cielo totalmente iluminado por los rayos solares.
En el lugar denominado Icuy se puede observar esqueletos humanos del periodo formativo, Igualmente atractivos petroglifos grabados en piedras.
En el sector pesquero Punta Picata, se localizan los petroglifos más importantes del distrito.