Varios papas y obispos confirmaron su posesión desde el siglo XII.
El convento femenino es mencionado por primera vez en 1247, aunque podría ser más antiguo.
Es así como a principios del siglo XV, Berna intenta imponer su protectorado; la ciudad-estado lo lograría de jure desde 1415 (gracias al privilegio concedido por el emperador Segismundo), pero de facto solo en 1472.
Luego del crecimiento y la prosperidad, un período de crisis llega hacia el año 1350.
Parece ser que la casa de Interlaken contaba en 1310: treinta sacerdotes, veinte hermanos lego y trescientas cincuenta monjas.
Berna intervino militarmente en el Oberland, venciendo a Unterwalden junto con sus aliados.
Tras haber impuesto la reforma, Berna convirtió las posesiones del cabildo en la bailía de Interlaken.