Los terrenos aledaños entre Pío XII y la Castellana adquirieron protagonismo inmobiliario.Se propuso la reordenación de todo el espacio ferroviario, incluyendo nuevos desarrollos inmobiliarios que financiaran tanto las obras ferroviarias como el desarrollo de una trama urbana que eliminara la barrera física que supone la playa de vías para la conexión entre los distritos al este y al oeste.RENFE y el Ministerio de Fomento concibieron en 1993 la Operación Chamartín, como la primera actuación urbana en España que se desarrollaría a través de una concesión a un operador privado.Hasta ese momento este tipo de operaciones se habían desarrollado por juntas de compensación privadas (AZCA, etc.) o por el sector público mediante consorcios (PVF) o sociedades públicas (Bilbao, Oviedo, etc.).Las concesiones para usos urbanos se habían desarrollado en puertos (Barcelona con el WTC y Maremagnum) pero sin desafectar el suelo como dominio público.Sin embargo en Chamartín se planteó la desafección del suelo y su posterior concesión a un operador urbanístico para que pudiera vender parcelas o arrendar el suelo o edificios construidos.Este movimiento se interpretó como el espaldarazo definitivo del banco a la operación urbanística.El 29 de julio de 2019, ya con gobierno municipal dirigido por el Partido Popular y Ciudadanos, se aprobó por unanimidad «Madrid nuevo norte», admitiendo que, mientras se esté desarrollando, podría haber actualizaciones del plan para ir acomodándolo a las necesidades del momento a medida que pasen los años.
Vista del complejo
Cuatro Torres Business Area
, construidas entre 2004 y 2009. Las actuales torres y Madrid Nuevo Norte formarán uno de los conjuntos de rascacielos más grandes de Europa