Las ventajas del método SANS sobre el método SAXS son su sensibilidad a elementos ligeros, la posibilidad de la identificación de isótopos y la fuerte dispersión por momentos magnéticos.
Durante un experimento SANS, se dirige un haz de neutrones a una muestra, que puede ser una disolución acuosa, un sólido, un material en polvo o un cristal.
Estas características son importantes para la técnica de variación del contraste (véase más abajo).
Esto puede basarse en diferencias de dispersión inherentes (como por ejemplo, en el caso del ADN frente a las proteínas), o surgen de componentes marcados diferencialmente (como por ejemplo, cuando se tiene una proteína deuterada en un complejo, mientras que el resto está protonada).
Recientemente se ha publicado un ejemplo en el que se han utilizado datos SAXS, SANS y EM para construir un modelo atómico de una enzima grande de múltiples subunidades.
[4] Para el estudio de materia a gran escala (por ejemplo, materia blanda) y dinámica lenta, se deben utilizar neutrones muy fríos (VCN).
Los esfuerzos realizados para solucionar este problema están permitiendo remediar esta carencia.