Las definiciones tradicionales de diseño suelen enfocarse en crear soluciones discretas como un producto, un edificio, un servicio o un mensaje.
El diseño estratégico aplica los principios tradicionales de diseño en retos sistemáticos empresariales o sociales a gran escala como el cuidado de la salud, educación y cambios climáticos.
[1] Sus cimientos residen en el análisis de las tendencias y datos externos e internos, lo que permite tomar decisiones de diseño basadas en hechos y no en la estética o la intuición.
En un creciente mercado competitivo y global, con ciclos rápidos de producto, el diseño estratégico se vuelve cada vez más importante.
[2] Los factores que inciden en el diseño estratégico de las organizaciones son: