[2] Según el calendario cartaginense, su culto local se celebraba el 29 de octubre.
[2] El obispo y sus hombres llegaron bien a Nápoles (en la Campania italiana).
Genserico consideró roto el tratado de paz firmado con Valentiniano en 442, viajó a Roma con sus hombres en barcos y marchó sobre Roma, cuya población se rebeló contra el nuevo emperador y le dio muerte.
Genserico retornó a Cartago con gran cantidad de esclavos romanos.
[2] Para evitar que sus seguidores despedazaran su cuerpo para obtener reliquias, sus diáconos más íntimos organizaron una gran procesión pública con cantos y oraciones, mientras lo enterraron secretamente y evitaron su profanación.