Dificultades occidentales para definir el budismo

El nirvana no es debido a una revelación divina, sino que se produce como un descubrimiento directo y personal de la realidad última.

El motivo que genera dificultades en la mente de muchos occidentales para poder calificar el budismo como religión es su carácter no teísta.

Al "heredar" la cosmología del brahmanismo, el budismo menciona devas (ángeles o deidades), pero niega que estas deidades tengan una esencia eterna; no se conciben como una realidad independiente del sujeto que las percibe y no pueden afectar o interceder en la liberación de la persona.

Otra complicación aún mayor lo constituye el hecho de que el budismo rechaza la existencia del alma o espíritu, si bien no puede ser considerado nihilista (véase Ātman).

Sin embargo, este debate sobre la naturaleza del budismo sea posiblemente un fenómeno mayoritariamente occidental porque las lenguas no-occidentales no poseen una traducción exacta para la palabra religión.