1525-1579) fue un pintor renacentista español, vecino, y quizá natural, de Ávila, y padre del también pintor Gabriel Rosales.
[1] El Marqués de Lozoya destacó la estrecha vinculación existente entre las tablas de este retablo y el arte del pintor flamenco lombardo Ambrosius Benson, bien conocido por sus pinturas conservadas en Segovia, hasta el punto de llegar a considerar a Baltasar Grande y Diego de Rosales como sus posibles discípulos.
La influencia flamenca es clara en las veintiuna tablas de que consta el retablo, en las que no es fácil además distinguir dos manos, y su estilo, en cualquier caso, es muy diverso del que se advierte en el retablo de Flores de Ávila, de clara raigambre berruguetesca.
Este fue contratado en 1559 por Diego de Rosales conjuntamente con Juan Vela, quien ya en noviembre del mismo año renunció a la parte que le correspondía, traspasándosela a Rosales.
En 1562 el retablo estaba terminado, pues se procedió a su tasación, pero aún quedaban algunos pagos pendientes, en uno de los cuales, de 1563, se menciona por primera vez documentalmente a su hijo Gabriel Rosales, de quien se conocen algunas pinturas en un estilo semejante hechas en fechas posteriores en Córdoba.