Hasta 1546 estuvo al servicio de los alemanes interviniendo en las numerosas correrías que organizaban para la búsqueda del Dorado.
Terminado el dominio alemán participa activamente en la conquista del territorio venezolano, y ya como capitán en el año 1555, el gobernador Arias de Villasinda le encargaba el sometimiento de los “jirajaras” que traían en jaque a los españoles que estaban asentados en aquella comarca.
Para atacar por la retaguardia prendieron fuego a la sabana y se precipitaron en tromba hacia las tropas españolas, pero Paradas que había intuido la jugada, puso en guardia a sus arcabuceros y al cabo de dos horas abortaban el plan de los indígenas.
Siguiendo la marcha, al día siguiente las lomas circundantes que daban entrada al valle estaban llenas de guerreros indígenas que tocando tambores y caracolas estruendosamente se preparaban para el ataque, pero una carga de caballería por el flanco derecho, secundada por el ataque de los arcabuceros despejarían ese flanco; seguidamente procedían con el flanco izquierdo y conseguían igual resultado.
Paradas, obligado por una necesidad fisiológica, se encontraba apartado de su gente y al oír el griterío, sin pararse a ponerse el escaupil protector, montó en su caballo y corrió a defender el sitio del ataque, pero una mortífera flecha le alcanzó en uno de los costados.