Nacido en Madrid, Diego Jesús Jiménez pasó su infancia en Priego (Cuenca) y su adolescencia en la capital conquense.
En 1964 obtuvo el Premio Adonáis por La ciudad, y en 1968, el Nacional de Poesía por Coro de ánimas, premio que volvió a obtener en 1997 por Itinerario para náufragos.
Situado entre la Generación del 50 y los Novísimos, la poesía de Diego Jesús Jiménez se independiza de estos modelos, por lo que para algunos forma parte de la Generación del 68 con Pere Gimferrer y Manuel Vázquez Montalbán.
[1] Posee un carácter visionario pero legible, que algunos han definido como un neorromanticismo cívico.
Según Juan José Lanz: Su poesía se funda en una concepción anticipatoria del arte: la poesía anticipa en su escritura, a través del sueño, algo que la realidad no puede darnos.