Ese mismo año huyó a Portugal por el acoso constante de las autoridades.
Fue prendido en Covillana por el gobernador de Sevilla y una compañía portuguesa al mando del capitán Arias.
En 1860 se refundirá el drama en 4 actos y cinco cuadros, con un tercer acto «enteramente nuevo», que merecerá hasta 8 ediciones.
La vida del famoso bandolero incluso llegó al cine mudo, dirigida por Albert Marro para Hispano Films: Diego Corrientes (1914), con Jaime Borrás y Julia Oliván, todo un éxito que llevó al director a iniciar una serie de películas de bandoleros.
Diez años después, José Buchs hizo otra versión (1924), y en 1936 se realizó aún una nueva, esta vez por Ignacio F. Inquino.