Posteriormente a Sarro fueron más de 70 los compositores que crearon óperas sobre el mismo libreto, entre ellos Händel, Hasse, Paisiello o Päer, siendo el último Carl Gottlieb Reissiger cuya Dido se estrenó en Dresde justo 100 años después, en 1824.
Escenografía: Giovanni Battista Crosato y Gerolamo Mengozzi Colonna Música: Domènec Terradellas, maestro de Cappella Napolitano.
Fue allí solicitada como esposa por muchos, particularmente por Jarbas, rey de los moros, rehusando siempre, pues decía querer guardar fidelidad a las cenizas del extinto cónyuge.
Él partió, y Dido, desesperadamente, después de haber intentado en vano retenerlo, se suicidó.
Los teatros de más renombre representaron en este período obras del ilustre italiano, y los compositores musicalizaron los libretos que el público esperaba ansioso.