Para esta aventura periodística, Banchero contaba como socio a su cuñado Enrique Agois Paulsen.
Su característica principal era un estilo claro y sencillo, que le permitía ser leído tanto por adultos como niños y adolescentes, aunque sin caer en el lenguaje vulgar o la replana de los otros diarios populares.
En las décadas posteriores, el diario adoptó el estilo del estadounidense USA Today para optimizar su redacción.
También exploró con éxito otros ámbitos de la comunicación como las redes sociales y la televisión.
[10] En lo que definió como una alianza comercial, El Comercio asumió la impresión, comercialización y la publicidad, en tanto que Epensa mantuvo la gestión de los contenidos de Correo, Ojo y El Bocón.