También se llama cooking off a una técnica utilizada en el lanzamiento de granadas para obtener una explosión controlada y predecible.
Es por ello que si se utiliza munición sin casquillo, es preciso contar con otras maneras de reducir este calor, especialmente en armas automáticas, para evitar se produzcan detonaciones inducidas por calor.
Contrariamente a la cultura popular, el arma no deja un cartucho en la recámara cuyo detonante es encendido por el calor de la recámara haciendo que el arma dispare y cargue un cartucho nuevamente, repitiendo el proceso hasta que se consuma toda la munición porque toma como mínimo diez segundos que el cartucho llegue a la temperatura de fuego.
En el caso del M249 estadounidense y otras armas de asalto, el fuego continuado sólo es sostenible unos pocos cartuchos debido a que puede generarse tanto calor que la temperatura resultante puede producir una detonación.
Las siguientes medidas y características ayudan a evitar las detonaciones inducidas por calor: La detonación inducida por calor es un importante peligro para la tripulación de los tanques dañados.