Detención de Rafael Caldera

La detención de Rafael Caldera, líder del partido Copei y futuro candidato presidencial, sucedió el 20 de agosto de 1957, cuando el aparato judicial de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez lo arrestó hasta enero de 1958, impidiendo que se presentara a las anunciadas elecciones presidenciales de ese año, las cuales se cancelaron, transformándose en un plebiscito sobre la permanencia de Pérez Jiménez.

Hacia el final de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, existía un clima de malestar y descontento social;[1]​ los partidos Acción Democrática (AD) y Unión Republicana Democrática (URD) habían sido proscritos y sus líderes en el exilio, Rómulo Betancourt, y Jóvito Villalba, respectivamente, apoyaron la candidatura de Rafael Caldera tras el anuncio de próximas elecciones presidenciales que debían realizarse en diciembre de 1957,[2]​ a la que se había sumado el Partido Comunista (PCV),[1]​ por lo cual Caldera pasó a ser considerado el futuro representante de la candidatura unitaria de la oposición a Pérez Jiménez.

Luis Piñerúa Ordaz denunció su detención.

[3]​ Al mes siguiente del plebiscito de diciembre de 1957 fue puesto en libertad, optando por el exilio en Estados Unidos.

Ese mismo mes el dictador Pérez Jiménez fue derrocado, volviendo Caldera al país de inmediato.