Como un hecho curioso, el primer intrón de ARNr procariótico conocido fue descubierto en D. mobilis, ayudando a descubrir indicios sobre las relaciones evolutivas entre archaea, bacteria y eukaryota.
D. mobilis contiene un único cromosoma circular y no posee plásmidos conocidos.
Este organismo es un organótrofo y posee un metabolismo anaerobio estricto.
[2] El exterior del organismo se encuentra cubierto con una superficie irregular de glicoproteínas.
Además, la capa de proteína es flexible, y posiblemente funciona como un exoesqueleto para ayudar contra el estrés osmótico.
Mayormente ocupa el mismo ambiente que D. mobilis, sin embargo las interacciones entre el virus y su hospedador aún no son bien conocidas.
El sitio de reconocimiento para I-Dmol tiene 25 pb de longitud y es extremadamente específico,[4] al punto que suele aparece sólo una vez en cualquier genoma dado.