Finalmente, Matisse llegó a su pose favorita para las cuatro obras: piernas entrelazadas y un brazo que se extiende detrás del cuello.
[2] El segundo de la serie, Blue Nude II, se completó en 1952.
Desnudo azul I, en particular, puede compararse con esculturas como La Serpentine, de 1909.
Los recortes pintados al gouache que componen los Desnudos azules se inspiraron en la colección de escultura africana de Matisse y en su visita a Tahití, en 1930.
Tuvieron que pasar otros veinte años y un periodo de incapacidad postoperatoria, antes de que Matisse sintetizara esas influencias africanas y polinesias en esta serie seminal.