En ocasiones algunos ejércitos fueron disueltos tras ser derrotados, o se incorporaron parcialmente a las fuerzas militares vencedoras.
La primera, la desmovilización individual como alternativa para las personas que toman la decisión de abandonar un grupo armado.
Gracias a esto, 22.499[4] colombianos abandonaron las filas de las FARC-EP y del ELN en dicho periodo.
Los desmovilizados fueron atendidos en el programa de reintegración, junto con sus familias y comunidades.
El expresidente Álvaro Uribe había anunciado la intención de presentar este proyecto, inspirado en lo ocurrido en el Reino Unido a raíz del Acuerdo de Viernes Santo con el Ejército Republicano Irlandés.