Desde dentro

Se intercambian los números de teléfono para mantenerse en contacto y por si Janice finalmente acepta ser entrevistada.

Posteriormente recibe la visita de la periodista Beth Davenport, que está interesada en el detective criminal.

Antes de ir a buscarla, Edgar, un feligrés atormentado por sus inclinaciones pedófilas, entrega al reverendo un USB con pornografía infantil para que su madre no lo pueda encontrar.

Beth Davenport vuelve a visitar al preso Jefferson Grieff, preocupada por la extraña fotografía de Janice y temiendo que esté en peligro, mientras la profesora de matemáticas sigue secuestrada en el sótano del reverendo Watling.

Al llevarlo a casa, Edgar no entiende por qué razón el reverendo le está ayudando y decide suicidarse.

Su madre se lo encuentra al final del capítulo ahorcado en la habitación, junto con una nota donde hay escrito: "No crean que el reverendo es un pedófilo.

Esta teoría sugiere que el hombre se habría ido a casa cogiendo el primer tren de la estación, y la periodista se dirige hacia allí, siguiendo las indicaciones del detective desde fuera de la cárcel.

Simultáneamente, Beth Davenport viaja hasta Inglaterra porque Jefferson se lo pide y es recogida por una agente de policía que más tarde resulta ser una criminal muy peligrosa.

Cuando Mary baja al sótano, Janice sigue intentando engañarla para ponerla en contra de su marido y generar una crisis entre los dos.

En el salón de arriba, la policía interroga al reverendo, y este se defiende tranquilamente contándoles a las dos agentes que han venido las tendencias pedófilas de Edgar, pero ellas no se ven convencidas por su relato, y todavía menos teniendo en cuenta lo que dice la nota.

Al mismo tiempo, Ben ya no aguanta más y mata a Janice de un martillazo.

Entonces, Watling enfurece y amenaza a Beth justo en el momento en que llegan tres hombres al sótano.

Estos tres hombres han acudido allí porque Jefferson les ha comunicado que en ese lugar se encuentra la cabeza de su mujer.