Otros pueblos más lejanos también se vieron afectados, entre ellos Erto, Casso y Codissago, cerca de Castellavazzo.
En 1959, se notaron cambios y fracturas durante la construcción de una nueva carretera al lado del Monte Toc.
SADE detuvo el llenado, bajó el nivel del agua unos 50 metros y comenzó a construir una galería subacuática que funcionara como bypass en la cuenca frente al Monte Toc para mantener la cuenca utilizable incluso si deslizamientos de tierra adicionales (que se esperaban) la dividieran en dos partes.
[5] En octubre de 1961, una vez terminada la galería, SADE reanudó el llenado del estrecho depósito bajo vigilancia controlada.
Al declararse la nacionalización, la presa valdría más para el momento de la venta cuanto más agua acumulada tuviera, por lo que se aceleró el llenado de la misma hasta el límite (cota 715).
[8][7] Esto provocó algunos desprendimientos de ladera menores, por lo que se rebajó el caudal acumulado a la cota 700, sin embargo las lluvias en esas semanas empeoraron la situación.
Habían ignorado numerosas advertencias, señales de peligro y valoraciones negativas.
[10] Respecto a la presa, que quedó intacta tras el accidente (solo hubo que desescombrar la parte superior), se quedó sin actividad y no produce energía.
En los últimos años la presa, ahora propiedad de ENEL, se abrió parcialmente al público en 2002 con visitas guiadas y acceso a la pasarela que recorre la cima y otros lugares.