Desastre de PEPCON

El polietileno actuó así como un combustible y el perclorato de amonio como oxidante.

La zona residencial más cercana se encontraba a aproximadamente 3 km de distancia.

Si bien la mayoría consiguió escapar, fallecieron Roy Westerfield, quien se quedó para llamar al Departamento de Bomberos del Condado de Clark, y Bruce Halker, que utilizaba una silla de ruedas y no consiguió huir.

Las dos más grandes originaron ondas que midieron 3.0 y 3.5 en la escala de Richter.

El conductor informó a su jefe lo sucedido, quien ante el peligro de que ocurrieran explosiones más grandes dio la orden de regresar a la estación, pero el segundo estallido alcanzó la caravana y los vidrios hirieron a algunos bomberos que fueron conducidos al hospital local.

Finalmente los equipos consiguieron llegar al epicentro y con trajes especiales iniciaron la limpieza del terreno.

La revisión del área continuó hasta el anochecer y se reanudó al día siguiente.

Se registraron daños moderados en ventanas y estructuras hasta un radio de 5 km del incidente y se denunciaron puertas salidas de sus goznes, ventanas rotas, lesiones por vidrios y escombros hasta una distancia de 16 km del siniestro.

[3]​ Tras el incidente, la compañía cambió su nombre a Western Electroquímica Co.

El sitio del siniestro, es ocupado hoy, por un desarrollo comercial cercano a la comunidad residencial de Green Valley.

La compañía Kidd & Co optó por reconstruir su planta en su ubicación original.