Desaparición de Johnny Gosch

A fecha de 2023, su desaparición sigue siendo un caso frío para la policía estadounidense.

Su madre, Noreen Gosch, dijo que escapó de sus captores y la visitó con un hombre no identificado en 1997.

[2]​ Las autoridades no han localizado a Gosch ni confirmado la versión de Noreen Gosch, y su destino sigue siendo objeto de especulaciones, teorías conspirativas y disputas.

[3]​ Aunque era costumbre que Johnny despertara a su padre para que le ayudara en la ruta, esa mañana el chico sólo se llevó consigo a Gretchen, el perro salchicha de la familia.

Dijo: "Sigo esperando despertarme en mitad de la noche y ver ese número en la matrícula tan claramente como la noche y el día, pero eso no ha sucedido".

[7]​ Según un investigador privado contratado por los Gosch, mientras Johnny caminaba una manzana hacia el norte, donde empezaba su ruta, un repartidor de periódicos se percató de que otro hombre seguía a Gosch.

[6]​ Un vecino oyó un portazo y vio un Ford Fairmont plateado alejarse a toda velocidad hacia el norte de donde se encontró el carrito de Johnny.

[6]​ En un principio, la policía llegó a creer que Gosch se había dado a la fuga, pero más tarde cambió de opinión y sugirió que Gosch había sido secuestrado, aunque no pudo establecer un móvil viable.

[11]​ Encontraron pocas pruebas y no detuvieron a ningún sospechoso en relación con el caso.

Según el FBI, Meier solicitó y recibió 11 000 dólares de los Gosch.

Meier solicitó además otros 100 000 dólares más junto con la promesa de devolverles a su hijo.

[20]​ Meier fue detenido en Búfalo, en la frontera canadiense, por agentes del FBI, y más tarde fue acusado de fraude electrónico.

Afuera esperaba Johnny Gosch, que en ese momento contaría 27 años, acompañado de un hombre no identificado.

Johnny miraba a la otra persona para pedirle permiso para hablar", dice Gosch.

Una tercera foto muestra a un hombre, posiblemente muerto, que podría tener algo atado al cuello.

[23]​ Gosch dijo posteriormente que las dos primeras fotos se habían originado en un sitio web de pornografía infantil.

Noreen Gosch sigue creyendo que las fotos son de su hijo.

En 1989, Paul A. Bonacci, de 21 años, contó a su abogado John DeCamp que había sido secuestrado en una red sexual con Gosch cuando era adolescente y que le habían obligado a participar en el secuestro de Gosch.