El SEBV es una Repartición Especializada, de carácter técnico, científico y operativo.
Área Personas Desaparecidas: Desarrollar investigaciones penales junto al Ministerio Público, en todas aquellas materias relacionadas con personas desaparecidas cuyo paradero se desconoce y se teme la afectación a su vida, integridad física o psíquica, tipificadas como por presunta desgracia., como también los delitos conexos a estos.
En dicha función se establecen como la única policía en Chile con la experticia en identificación vehicular forense.
La principal misión es realizar investigaciones penales junto al Ministerio Público, en todas aquellas materias relacionadas con personas desaparecidas cuyo paradero se desconoce y se teme la afectación a su vida, integridad física o psíquica, tipificadas como por presunta desgracia., como también los delitos conexos a estos.
Caso Fernanda Maciel Caso investigativo del Departamento SEBV, en el que Fernanda Damaris Maciel Correa, nacida en Independencia (Chile), el 9 de mayo de 1996), hija de Paola Gabriela Correa Durán y Angello Oliver Maciel Mejías.
De personalidad fuerte, llevada a sus ideas y vinculada con drogas.
Desde muy pequeña tuvo libertad para inmiscuirse en este mundo delictivo y peligroso, pasando a ser parte de este, drogas discotecas y aparentar una vida que no era su realidad a través de las redes sociales.
Además, muchos “psíquicos” que aseguraban haber tenido “visiones” de la joven y su paradero también inundaron la investigación con detalles poco claros.
El día de la desaparición, su vecino Rodrigo Olivares la acompañó a ponerse pestañas postizas, luego se fue a juntar con Felipe Andrés Rojas Lobos (uno de los principales sospechosos), ya que este se asomó por la pandereta y la invitó a fumarse un “pito”.
Ahí se destrozó las manos y en ese momento procedió al entierro”, manifestó la expareja de Rojas.
Posteriormente, según esta declaración de la expareja, Rojas tomó el celular de Fernanda, lo formateó y lo fue a vender a una feria, para luego volver en bicicleta.
Además, ella entregó detalles del lugar donde Felipe Rojas le dijo que estaban los restos de Fernanda: en la bodega que la familia exigía revisar con profundidad, y en donde las autoridades no encontraron nada en un primer momento.
“Pudimos realizar un preinforme, descubriendo lo que Felipe le había hecho a mi hermana.
El actuar traicionero del acusado conlleva un reproche grave, pues no solo defraudó la expectativa y confianza que la víctima depositaba en él, sino que esa confianza se sostenía en 10 años de amistad y vecindad”.