Proyectados por los arquitectos Julio Carrilero y Manuel Muñoz en estilo modernista y construidos por el ingeniero Eduardo Gallego Ramos, constituyen uno de los elementos destacados del patrimonio del agua en España.Tras un proyecto fallido del arquitecto Daniel Rubio de 1919, se proyectó un depósito circular de hormigón armado con una capacidad de 2000 metros cúbicos, dividido en dos compartimentos.[1][3] Los depósitos, que contaron con un presupuesto de 124 875 pesetas, fueron comunicados mediante un sifón con el depósito del Pozo de la Nieve y sirvieron para garantizar el abastecimiento de agua potable a la ciudad.Tras servir a la capital durante muchos años, las instalaciones cayeron en desuso.[1][3] En 1994 el Ayuntamiento de Albacete proyectó la recuperación de los Depósitos del Sol como espacio cultural, concretamente como biblioteca municipal.