Demonio del mediodía

En efecto, en el Salmo 91 el texto hebreo dice: «No temerás […] el azote que devasta a mediodía» (Sal.El Tárgum traduce: «la compañía de los demonios que destruyen a pleno mediodía».En las primeras reglas y escritos monásticos de Oriente se habla de este demonio asociándolo al mal humor y aburrimiento que se hacían sentir sobre los monjes durante las cálidas horas del mediodía.Autores como Atanasio de Alejandría y Juan Casiano en su obra Instituta coenobiorum trata ampliamente este tema.Es la base para la posterior indagación acerca de lo que hoy se conoce como acedia.