En los dos años siguientes San Demetrio predicó asiduamente y así se hizo famoso por su oratoria tanto en Lituania como en la Pequeña Rusia o en Ucrania, lo que hacía que se lo disputaran para la prédica en cada país.
A los 33 años de edad San Demetrio se centró en su constante trabajo en 12 volúmenes, el Martirologio.
A los 43 años, en 1752, fueron encontrados sus restos incorruptos, y el beato Demetrio fue consagrado Santo.
Estas obras están empapadas de una profunda fe, calidez y se comprenden fácilmente, ya que el idioma ruso usado en esos trabajos es de mucha sencillez y elegancia.
Durante veinte años (1684-1704) recogió datos con mucho ahínco, los estudió y elaboró la vidas de santos, quienes desde entonces se convirtieron en importantes lecturas para la gente rusa.