Delia (festividad)

La principal ceremonia consistía en enviar a Delos una embajada compuesta de ciudadanos respetables llamados deliastas.

Los deliastas que iban con la cabeza coronada de laurel al llegar a Delos ofrecían pomposos sacrificios a Apolo.

Al regresar salía el pueblo ateniense a su encuentro con grandes aclamaciones.

Durante el tiempo del viaje, no podía ajusticiarse a ningún reo.

Para que la isla de Delos se conservase siempre pura, todos los que enfermaban en ella eran trasportados a otra isla vecina; nadie podía morir ni nacer en Delos.