La defensa nacional espiritual de Suiza fue un movimiento político y cultural que, en la década de 1930 hasta los años 1960, afirmó los valores nacionales y la defensa suiza contra el fascismo totalitario, nazi o comunista.
La idea se originó en la Primera Guerra Mundial, la primera guerra moderna total que ha puesto de manifiesto la necesidad de ampliar los esfuerzos defensivos en las áreas no militares tales como la economía o la cultura.
La Suiza italiana experimentó una forma particular de defensa espiritual, el llamado Elvetismo.
Desde 1933, los parlamentarios, periodistas e intelectuales en Suiza exigieron medidas para reforzar los valores fundamentales del país en un enfoque común para superar las divisiones de los partidos y clases.
Se denunció el racismo, el nacionalismo étnico, la propaganda cultural del estado y la dictadura recordándose de los valores consideradas suizas como la pertenencia a tres culturas europeas (la italiana, la francesa y la alemana), su diversidad, la naturaleza federal de su democracia así como la dignidad y la libertad de los seres humanos.
Varias instituciones fueron instrumentos para contrarrestar la propaganda orquestada por Alemania e Italia: Pro Helvetia, la organización cultural privada fundada en 1938, la Sociedad Helvética en Nuevo y, en noviembre de 1939, el Ejército y la sección de Home, creado en el Ejército.
En la década de 1970, la historiografía asestó un juicio negativo sobre la defensa espiritual, reduciéndolo a una expresión del derecho burgués.