En la mitología griega Dedalión (en griego Δαιδαλίων) era hijo de Héspero o Lucífero, hermano de Ceix y padre de Quíone,[1][2] también llamada Leucónoe[3] y Filónide.
[2] Ceix describe a Dedalión como un gran guerrero, lleno de coraje y vigor, pero reconoce que también podía ser duro y que disfrutaba con la crueldad de la guerra.
[1] Cuando su hija Quíone murió asaeteada por Artemisa, Dedalión se arrojó desesperado desde el monte Parnaso, pero Apolo evitó su muerte transformándolo en un azor[1] o bien en el ave «dedalión», esto es, el gavilán.
[2] Desde entonces el azor, para nadie lo bastante bueno, contra todas las aves se ensaña y por dolerse de otros se hace él causa de dolor.
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