Decepción (Thomas Mann)
Fue escrito en 1896 y apareció por primera vez en 1898 en la antología de cuentos El pequeño señor Friedemann.Con una "extraña franqueza" pide unos minutos de atención, y a medida que la noche cae lentamente sobre Venecia y el aire se enfría gradualmente, comienza a hablar sobre la naturaleza de la decepción.Aquel lenguaje despertó en él expectativas, cuya intensidad eclipsó con creces la realidad "mediocre, poco interesante y aburrida" que vivió después.Aunque este esbozo en prosa es breve, el autor pone al lector a prueba.Aparte de la entrada en materia filosófica, Thomas Mann no deja que nadie, excepto el desconocido, tenga la palabra.En relación con el trasfondo filosófico del boceto en prosa, Vaget se refiere a los "rasgos de Nietzsche" que Thomas Mann "también le dio externamente al extraño que buscaba una conversación en la Plaza de San Marcos".Al hojear la crónica de Benders y Oettermann[3] no hay tal imagen.Wie auf der Bühn ein schlechter Komödiant – Aufs Stichwort kommt er, redt sein Teil und geht Gleichgültig gegen alles andre, stumpf, Vom Klang der eignen Stimme ungerührt Und hohlen Tones andre rührend nicht: So über diese Lebensbühne hin Bin ich gegangen ohne Kraft und Wert.Indiferente a todo lo demás, aburrido, Insensible al sonido de su propia voz Y tonos huecos que no tocan a otros: Así que en esta etapa de la vida Me fui sin fuerza y sin valor.No como a través de un velo, despierto y completo, ¿Algo despertándose, pasando así?La incertidumbre del narrador sobre si puede describir adecuadamente el efecto de su experiencia corresponde a las preguntas retóricas del extraño caballero, que también indican incertidumbre (tanto hacia sus propios sentimientos como hacia el oyente).