Polémica de auxiliis
Ya en el concilio de Trento encontramos a los jesuitas Diego Laínez y Alfonso Salmerón defendiendo la libertad humana frente al fatalismo protestante.Y en 1567 el fraile dominico Domingo Báñez tuvo en Alcalá de Henares su primera controversia pública oponiéndose a las ideas premolinistas del Padre Alonso Deza.Así, el teólogo William Most propone que la gracia suficiente que proporciona Dios a todas las criaturas es suficiente para no pecar y, por lo tanto, el pecado se da por libre albedrío de la persona.Es decir, la conducta por defecto, que, en anteriores planteamientos, era pecar, pasa a ser no pecar, lo que preservaría la justicia de Dios y el libre albedrío del hombre.En ese aspecto, como Michael Gillespie observa,[2] la polémica religiosa sobre el libre albedrío (que tiene uno de sus primeros exponentes en el debate entre Erasmo y Lutero) se seculariza en la polémica filosófica sobre el libre albedrío (que tiene uno de sus primeros exponentes en el debate entre Descartes y Hobbes).