Se trata de un cráter circular con un borde afilado, con un perímetro ovalado levemente achaflanado.
Gran parte de los depósitos se deben a desplomes o a efectos del repliegue del terreno.
Las paredes interiores son empinadas y están libres de la erosión provocada por impactos posteriores.
En el examen detallado de este cráter se han localizado lo que parecen ser huecos y canales a lo largo del borde interior.
Se plantea la hipótesis de que impactos micrometeoríticos en el borde pudieron desencadenar deslizamientos de materiales sueltos, que producen una apariencia similar a barrancos.