Dasyuromorphia
Dasyuridae (Goldfuss, 1820) Myrmecobiidae Waterhouse, 1841 Malleodectidae (†)Archer et al., 2016[1] Thylacinidae (†)Bonaparte, 1838 Dasyuroidea Dasyuriformes Creatophaga Los dasiuromorfos (Dasyuromorphia) son un orden de mamíferos marsupiales carnívoros endémicos del continente australiano.[2][3] Este grupo incluye una variedad de especies, que van desde pequeñas criaturas parecidas a ratones hasta depredadores más grandes y formidables.El orden está compuesto principalmente por la familia Dasyuridae, que abarca animales conocidos como el demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii) y el quoll (Dasyurus).Los dasiuromorfos se distinguen por sus dientes afilados, mandíbulas poderosas y una dieta carnívora, que a menudo incluye pequeños mamíferos, aves e invertebrados.Algunos son cazadores solitarios, mientras que otros muestran comportamientos de alimentación más oportunistas, buscando carroña cuando es posible.[4] El origen de los dasiuromorfos está en el Oligoceno Superior, siendo la familia Thylacinidae la primera que comenzó a diferenciarse.Solo una especie de esta familia, el lobo marsupial (Thylacinus cynocephalus) ha sobrevivido hasta tiempos históricos, aunque se declaró extinto en la primera mitad del siglo XX.Los nombres que les dieron los primeros colonos europeos reflejan esto: el tilacino se llamaba "tigre de Tasmania" o "lobos de Tasmania", los quoll se llamaban "gatos nativos" o "zorros nativos", etc.Los marsupiales carnívoros de Australasia viven en muchos hábitats diferentes, desde la selva tropical hasta el desierto.Por ejemplo, el numbat tiene garras que le sirven para arañar la tierra y desenterrar las termitas en el bosque donde vive.Algunas especies, como el numbat, excavan madrigueras subterráneas que recubren con hojas muertas y otras partes de plantas para aislarse.[8] Los Dasyuomorfos son depredadores generalizados que comen una amplia gama de presas invertebradas y vertebradas.Las mordeduras se dirigen hacia la parte anterior del cuerpo (cabeza o cuello) para asegurar la captura.Las hembras suelen aparearse con más de un macho y, en muchas especies, las crías nacidas en la misma camada tienen padres diferentes.Algunas especies tienen crías que se arrastran hasta las tetas externas, o pezones, de la madre.Además, el cambio climático ha provocado sequías y regímenes de incendios incontrolables que alteran su hábitat[16].Los conejos no sólo dañan el hábitat de los dasyuromorfos, sino que también atraen a depredadores como dingos y zorros rojos.