Das Berliner Requiem (en español, El réquiem berlinés) es una cantata que el compositor alemán Kurt Weill compuso a finales del año 1928 sobre poemas de Bertolt Brecht.
La obra está prevista para tenor, barítono, un coro masculino de tres voces y orquesta de viento, con guitarra, banjo y órgano.
A pesar de su título, no es una misa de réquiem, sino que el propio Weill lo consideraba un La letra está formada por poemas de Brecht sobre muertos olvidados.
La primera versión de esta obra usó siete poemas: Este esquema tuvo diversos cambios, con inclusiones y supresiones, sin que Weill llegase a dar una versión definitiva, y habiéndose perdido la partitura manuscrita original.
Durante años después de la muerte de Weill, se oyó sobre todo la "Ballade vom entrunkenen Mädchen" que cantaba Lotte Lenya.