Como encomendero tenía bajo su servicio a numerosos indios y esclavos negros traídos de África, utilizados principalmente en las actividades agrícolas en esta región.
[1] Entre los tantos esclavos negros se encontraba un joven de muy corta edad que fue capturado en África y traído al continente para realizar diferentes trabajos.
Esta danza tiene una gran valoración religiosa por parte de los danzantes, pues se cree que quien sea partícipe de esta danza debe representarla, mínimo, durante 4 años consecutivos.
La primera vez que los danzantes comienzan a ensayar, deben inclinarse ante alguna representación religiosa, ya que en todas las danzas hay un son de alabanza a Dios.
Cuando los danzantes van a comer, usualmente invitados por personas de la misma comunidad donde bailan, de igual forma se inclinan ante la casa donde son invitados a comer.