La danza de la lluvia es una danza ceremonial que se ejecuta para invocar a la lluvia.
Aún en el siglo XX son practicadas en zonas de los Volcanes, en un ritual conocido como Paparuda (en rumano) o Perperuna (en lengua eslava).
Los cherokee, una tribu del sureste de Estados Unidos, efectuaban este tipo de danzas para promover la lluvia y para limpiar la tierra de espíritus malignos.
La leyenda sostiene que la lluvia provocada por el ritual contiene los espíritus de antiguos jefes tribales que, al caer, se enfrentan a los espíritus malignos en el plano intermedio entre la realidad y el mundo espiritual.
[3] Durante la ceremonia, los bailarines se adornan con plumas y turquesas que simbolizan el viento y la lluvia respectivamente.